miércoles, 17 de febrero de 2010

Nuevos medios y nuevos formatos

Jason Kincaid ha publicado un interesante artículo en TechCrunch en el que comenta un problema fundamental al que se va a enfrentar el iPad de Apple: la incapacidad de los grupos editoriales de proporcionar contenidos adecuados para la experiencia iPad. El iPad es un nuevo medio y demanda un nuevo tipo de contenidos. Su argumento es que la gente no va a querer pagar por leer una mera copia de un periódico en PDF en el iPad; va a querer interacción, fotos, vídeo. Y que las editoriales no van a estar preparadas para el cambio.

Empiezan a aparecer ejemplos de publicaciones adaptadas al iPad. El New York Times hizo una buena demo en el evento de Apple. Wired ha enseñado algo de su aplicación (hecha en Adobe AIR), que incluye vídeo, fotos y anuncios que giran 360 grados.

El propio Kincaid pone un ejemplo en su artículo:

Imagine a biography of Abraham Lincoln that allowed you to pull up photos of every person and place mentioned with a single finger swipe. Flicking the top of the screen would bring down an interactive timeline of Lincoln’s life, making it easy to get your bearings. The hybrid book could include comprehensive references for each person mentioned in the book. Not just a Wikipedia article, mind you, but information that is contextually relevant to the moment you’re currently reading about. The experience wouldn’t simply be one of jumping from hyperlink to hyperlink. All of this supplementary material would naturally flow into the reading experience, while you never left your place in the primary text.

El énfasis es mio. Un buen libro electrónico, definido como algo más que una copia en PDF de un texto, debe ser construido como una experiencia integrada en el que cada elemento se conjugue con el resto para proporcionar una pintura coherente.

¿Podrá la industria editorial ponerse las pilas y asumir el reto? La experiencia nos dice que el cambio en los contenidos no es tan rápido como el cambio en las tecnologías. El cine es un buen ejemplo. Tuvieron que pasar muchos años para que las películas dejaran de ser obras de teatro filmadas y se construyera un nuevo lenguaje cinematográfico. Pero ahora tenemos una ventaja: una nueva generación educada en la imagen y en la interacción. Esperemos que las editoriales se den cuenta de que tienen que renovar el personal y contratar a nuevos jóvenes talentos.